Editorial / Editorial
Nueva Referencia para Enfermería en Endoscopia Digestiva
New reference to Endoscopy nursing
Enriqueta Hernández Soto*
Presidenta de la AEEED
Estudia, no para saber algo más, sino para saber algo mejor
Lucio Anneo Séneca
La investigación en enfermería, nació en 1859 cuando Florence Nightingale recogió y analizó mediante técnicas estadísticas cuantitativas y cualitativas, las observaciones y datos que relacionaban las condiciones ambientales e higiénicas y sus efectos favorecedores sobre el estado físico y emocional de los pacientes. Más de un siglo más tarde, se empezó a tener conciencia de la necesidad de generar una base científica para los cuidados de enfermería y poco después, las investigaciones se soportaron en las prácticas clínicas evidentes, desde las que se reforzó la disciplina enfermera (1). Ha sido así como nuestra ciencia enfermera ha ido generando, genera y generará su cuerpo de conocimientos, nutriéndose de la investigación.
Esto ocurre por razones que se conjugan para hacerlo posible. En primer lugar, las enfermeras ponen continuamente a prueba las intervenciones y actividades que realizan en su práctica clínica, con la finalidad de encontrar la mejor solución y aplicar los mejores cuidados a los pacientes que se enfrentan a diferentes problemas de salud. Se puede decir que la investigación complementa el pensamiento crítico enfermero, ya que aporta la información necesaria para comprender, interpretar y explicar desde una perspectiva profesional, la realidad de
la aplicación de los cuidados y de los fenómenos que pueden influir en ellos y/o en los resultados esperados.
En segundo lugar y aunque sigue siendo muy amplia, la distancia entre la investigación y la práctica clínica asistencial va menguando con el tiempo. Las escuelas de enfermería progresivamente proporcionan enfermeras que cuentan con una mejor preparación académica (grado) y formación en investigación (máster y doctorado). Es importante que los docentes sigan apostando por desarrollar el interés científico desde los primeros cursos del grado, y que las enfermeras que reciben a los estudiantes y enfermeras de nueva incorporación en las unidades, sepan transmitir el planteamiento de los interrogantes y animarles a tener actitudes y aptitudes investigadoras (2).
Las enfermeras cada vez están teniendo un papel más destacado y apuestan por posicionamientos asistenciales y de gestión, cuyas experiencias y resultados son elementos importantes que le aportan valor clínico. Hoy en día ya hay un gran número de enfermeras que investigan y publican sus experiencias y conocimientos en revistas científicas nacionales e internacionales. Estos profesionales, actúan por el momento como puntos de apoyo y ayuda para aquellas enfermeras que se inician o quieren iniciarse en investigación. No nos engañemos, muchas de ellas han realizado sus investigaciones en sus puestos de trabajo, al pie del cañón y sin mucha ayuda, utilizando gran parte de su tiempo libre. Seguramente, en los tiempos que corren, sería mucho pedir a las Instituciones que inviertan en enfermería, por ejemplo estableciendo espacios temporales para que puedan dedicar ese tiempo a investigar.
Algunas instituciones contemplan la figura de la enfermera investigadora, cuya repercusión y visibilidad para enfermería y para el resto de enfermeras podría catalogarse como escasa; yo me estoy refiriendo a permitir que las enfermeras de a pie puedan cumplir con una de sus funciones y, en definitiva otorguen el mismo nivel de importancia al desarrollo científico enfermero, que por otro lado es tan necesario para la atención sanitaria y social de calidad, que muchas instituciones prodigan en sus misiones como entidades sanitarias de referencia y compromiso con los pacientes.
Por otro lado, es necesario que las enfermeras, empiecen a creer un poco más en sí mismas, para que sean capaces de demostrar que su trabajo puede mejorar no sólo los cuadros clínicos (regular el nivel de tensión arterial o reducir la temperatura),frente a los que actúan colaborativamente con la disciplina médica, sino que puede mejorar la calidad de vida de los pacientes, planteando las intervenciones más favorecedoras de entre las que forman parte de la propia disciplina enfermera, para modificar todo aquello que envuelve al paciente para ayudarle a adecuar su respuesta frente a su problema de salud.
Para ello, el siguiente paso será reforzar, aún más si cabe, la formación de las enfermeras en la identificación de la evidencia científica y lo que es mejor en su aplicación, competencias que parecen ofrecer mayor dificultad a los profesionales, para la actualización del conocimiento enfermero. Debemos darnos cuenta ya de que la ventaja y aplicación de la investigación enfermera en la práctica es precisamente su uso como guía, ayudando a los profesionales en la toma de decisiones, tanto para beneficio del paciente, familia y comunidad, que es lo principal, como por la simplificación y agilidad que puede aportar a nuestro trabajo.
Este es el primer número de la revista Enfermería en Endoscopia Digestiva. Iniciamos esta contienda con paso firme y la convicción de que muchos se sumarán a nuestro empeño por convertirla en la referencia nacional para la difusión del conocimiento y para poner al alcancede las enfermeras en endoscopia digestiva, la mejor evidencia científica posible.
Aún existen enfermeras, en nuestro ámbito que toman sus decisiones basándose en sus conocimientos generales y en el sentido común y experiencia profesional. Eso está muy bien, ya que le da su merecido valor al saber y a la experiencia. Pero no podemos estancarnos en este punto. Debemos tratar de encontrar la motivación suficiente para que las enfermeras de endoscopia se vuelquen en estas competencias, alejándose del estacionamiento (renovarse o morir, como enfermera prefiero vivir).
Esta revista, que es continuación del Boletín de la AEEED, con un enfoque más científico, pretende conseguir en estos dos próximos años su indexación en una base de datos científica, lo que contribuirá a dar visibilidad a las investigaciones que realizan las enfermeras de endoscopia digestiva (que no es poca) y dar salida al nuevo conocimiento de nuestra especialidad. Espero que esta nueva referencia proporcione a todos los implicados en el estudio por la mejora de nuestro trabajo, aunque solo sean algunos gramos de motivación.
Jugando con las palabras de antiguos sabios, el que más sabe, debe saber que lo que sabe seguramente es poco y que debe seguir estudiando, como decía Seneca, no para saber más, sino para saber mejor.
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Bibliografía
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Harrison L, Ray Hernández A, Cianelli R, Rivera MS, Urrutia M. Competencias en investigación para diferentes niveles de formación de enfermeras: una perspectiva latinoamericana. Cienc. enferm.2005; 11(1):59-71.
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Orellana Yánez A, Paravic Klijn T, Enfermería basada en evidencia: barreras y estrategias para su implementación. Cienc. Enferm. 2007;13(1):17-24.